Guia completa del acuario plantado
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July 11, 2024
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February 17, 2023
Guia completa del acuario plantado
Acuario plantado es cualquier acuario en el cual se mantengan plantas acuáticas vivas. Sin embargo, la afición por el correcto mantenimiento de estas plantas ha llevado en las últimas décadas a los hobbystas a elevar el nivel de profesionalismo de sus acuarios plantados a resultados sorprendentes. Asimismo, los avances tecnológicos en la materia también han contribuido al correcto mantenimiento de estas plantas, pues hoy en día -y con el correcto equipamiento e información- es muy fácil mantener plantas acuáticas reales en nuestros acuarios.
Es más, la tenencia de plantas vivas en el acuario es considerado indispensable para el correcto mantenimiento de nuestros peces. Esto a causa del rol fundamental que cumplen las plantas en el Ciclo del Nitrógeno, las cuales se alimentan del subproducto de los desechos de los peces: los nitratos. También por su relevancia para el equilibrio gaseoso (proporciones entre O2 y CO2).
El equipamiento del acuario plantado está diseñado para satisfacer las necesidades de las plantas para vivir. Estas son: Iluminación adecuada, aguas sanas, temperatura correcta, nutrición balanceada, sustrato de asentamiento para las raíces y adición de carbono.
Para la iluminación existen las lámparas para acuarios. Para mantener aguas sanas y a la temperatura adecuada existen los sistemas de filtración y termocalefactores, respectivamente. Para nutrir a las plantas existen los fertilizantes o abonos líquidos y sólidos, además de los sustratos nutritivos, los cuales además sirven de asentamiento para las raíces de las plantas acuáticas. Por último, los sistemas de CO2 aportarán a las plantas el carbono que requieren para realizar sus funciones metabólicas.
A continuación, detalles sobre estos equipamientos (esenciales), y datos sobre otros utensilios o accesorios (opcionales) que te resultarán útiles para mantener tu acuario plantado prosperando. Muy pronto las plantas crecerán bellas y frondosas, y no hay nada mejor para los peces que este resultado.
La iluminación del acuario es fundamental , ya que todas las plantas requieren de luz para realizar la fotosíntesis. Proceso químico que tiene lugar en las plantas con clorofila y que permite, gracias a la energía de la luz, transformar energía lumínica en energía consumible por la planta para sus procesos metabólicos. Este intercambio energético se produce en los cloroplastos, células de las plantas que contienen clorofila y que les dan su característico color verde. La luz solar indirecta no es adecuada para plantas de acuario, ya que es insuficiente. Por ello el uso de iluminación artificial (sean fluorescentes, LEDs o halógenos) es indispensable para el correcto desarrollo metabólico de nuestras plantas acuáticas.
La luz solar directa tampoco es adecuada ya que provoca problemas de algas (debido a su alto porcentaje de radiación ultravioleta), y por otro lado no permite controlar el fotoperíodo, el cual en muchas ventanas del hogar resulta insuficiente. La generalidad de las plantas requieren entre 8 a 10 horas de iluminación para poder realizar un ciclo metabólico diario. Menos que eso provocará problemas de crecimiento, atrofia y muerte. Más que eso podrá estresar severamente a los peces y plantas, además de causar plagas de algas indeseables. Por ello, el uso de timers es una necesidad constante para todo acuario plantado.
En cuanto a la intensidad de la lámpara del acuario plantado, esta estará determinada por los lúmenes que emita. Antiguamente existían numerosas «reglas» para determinar la cantidad de luz que debe tener el acuario plantado, como la de «1 watt por litro de agua». Este tipo de reglas no son fiables porque son generalizaciones excesivas. A continuación, en cambio, expondremos los factores que se deberán considerar a la hora de escoger la lámpara más adecuada para nuestro acuario plantado:
Concluimos, por tanto, que hay que tomar en cuenta todas estas variables para escoger la o las lámparas más adecuadas para nuestro acuario. No te dejes guiar por reglas generales o frases populares, pues muchas de ellas están muy desactualizadas. Considera los factores anteriormente expuestos y, si tienes muchos de ellos en tu contra, considera instalar más de una lámpara en tu acuario. En todo caso, como orientación, considera una relación de Lúmenes por Litro, en lugar de considerar los watts. Esto simplemente porque las lámparas LEDs emiten muchísimos más lúmenes por watt que los fluorescentes antiguos. Además, existen hoy en día LEDs de alta potencia, que pueden satisfacer las necesidades de tus plantas sin necesidad de instalar más luces.
El sustrato será el suelo del acuario, el lugar de asentamiento para las raíces de las plantas acuáticas. Por ello, debe ser aireado, para que las raíces puedan absorver los nutrientes apropiadamente. Esto debido a que gran parte de la absorción de nutrientes por parte de las raíces se produce gracias a la acción de bacterias aeróbicas existentes en el sustrato. Estas bacterias procesan alimento no consumible por las plantas (particularmente materia orgánica no descompuesta) y desechan nitratos, asimilables por las raíces. Si el sustrato es demasiado denso (como la arena fina), puede generar bacterias anaeróbicas que no sirven para la absorción de nutrientes por parte de las raíces. Esto llevará al pudrimiento del sistema radicular y posterior muerte de la planta. Por ello, los sustratos tipo gravilla han probado ser los más adecuados.
Un sustrato poroso, por otra parte, será rápidamente colonizado por bacterias beneficiosas. Estas bacterias están estrechamente ligadas al consumo de nutrientes por parte de las raíces, y por ello son parte esencial del Ciclo del Nitrógeno. Los sustratos porosos, por ello, aseguraránunas aguas mejor cicladas y cristalinas, donde plantas y peces prosperarán. Las raíces oxigenadas elevarán su Tasa de Absorción de Nutrientes, y generarán mayor cantidad de terminaciones radiculares, abarcando así la totalidad del sustrato y generando un rápido consumo de las heces de los peces. Por este motivo las gravillas o gravas volcánicas (altamente porosas) han resultado ser muy populares entre los acuaristas.
El sustrato, por último, debe contener los nutrientes básicos que necesitan las plantas para desarrollarse adecuadamente. Existen muchos macro y microelementos que consumen las plantas, siendo los más esenciales los llamados «NPK» (Nitrógeno, Fósforo y Potasio). Si un sustrato no contiene nutrientes, será indispensable la adición de abonos o fertilizantes en formato líquido, o en tabletas que se entierran en las raíces. De lo congtrario, sin importar la cantidad de luz que reciba la planta, esta no podrá desarrollarse, perderá sus colores y morirá.
Por fortuna, en las últimas décadas se han desarrollado sustratos nutritivos especiales para acuarios plantados. Estos son de granulometrías adecuadas, suelen ser de origen natural, son altamente porosos y contienen gran cantidad de «NPK», junto a micro y oligoelementos. Además, son muy bellas y resaltarán los colores de tus plantas. Estos sustratos son un gran aporte al acuarismo internacional, ya que los antiguos sustratos nutritivos caseros, en muchas ocasiones, terminaban por ser, básicamente, un montón de materia orgánica en descomposición depositada en el subsuelo de tu acuario. Esto provoca una alza de los nitratos que resulta tóxica y muchas veces incontrolable, por más que se cambie el agua. En aquel espacio de falta de oxígeno, proliferan rápidamente bacterias anaeróbicas (muchas se ven de un color negro) que pueden emitir gases tóxicos al agua del acuario, como monóxido de carbono, el cual provocará la progresiva muerte de las especies.
Por este motivo, te recomendamos no correr tales riesgos y asegurar a tus especies un sustrato elaborado especialmente para acuarios plantados. No son una tecnología cara, y son una inversión a largo plazo, ya que no «caducan», muchos los puedes usar indefinidamente. Sin duda en algún punto se depletarán, o se agotarán los nutrientes, y en aquel momento podemos simplemente aplicar abonos o fertilizantes líquidos y sólidos.
También, al igual que con los peces, siempre se recomienda informarse sobre las plantas que uno va a instalar en el acuario. Esto porque algunas plantas acuáticas se deben ubicar en lugares distintos del acuario, como en la parte frontal o trasera, a los costados, o en zonas altas o bajas. También hay plantas -como los helechos y varias ninfeas- que se les mueren las raíces si están completamente enterradas. A estas plantas es mejor ubicarlas ya sea flotando, o sujetas a algún tronco o entre agunas piedras, de tal manera que gran parte de sus raíces quede flotando libremente en el agua. Asimismo, hay plantas flotantes que deben tener sus raíces completamente expuestas.
En la mayoría de los casos es el color de las raíces es el indicador. Los helechos suelen tener raíces marrones, las cuales se deben tener flotando sin enterrar, al igual que su rizoma verde o tallo central. En muchas de las plantas de raíces con la base verde y terminaciones blancas, deben enterrarse sólo las partes blancas. Raíces completamente blancas deben enterrarse siempre, salvo que correspondan a plantas flotantes.
Tanto las plantas como los peces requieren de ciertos gases disueltos en el agua del acuario. Los principales son el Oxígeno (O2) y el Dióxido de Carbono (CO2). A un acuario se le llama equilibrado cuando hay una buena proporción entre 02 y CO2, en cambio, se le llama ciclado cuando hay una colonia de bacterias beneficiosas suficiente para procesar los desechos del acuario.
El Oxígeno se obtiene utilizando un filtro o bomba que rompa la tensión superficial del agua del acuario. El flujo de agua en movimiento provocará la incorporación del oxígeno atmosférico al agua. Un exceso de corriente o una bomba de aire agregada, por ende, provocarán una oxigenación excesiva que puede llevar a originar plagas de algas indeseables. Es por ello que en acuarios convencionales nunca recomendamos el uso de bombas de aire «decorativas». De partida no se consideran estéticas en el hobby del acuarismo, confunden a los peces y su ruido es muy molesto. Además, no benefician a las especies y el exceso de algas que conllevan termina siendo un problema para el acuarista.
El CO2, en cambio, es más difícil de obtener. En un acuario equilibrado, los peces a través de su respiración habitual emiten CO2 que se disuelve en el agua. Este CO2 es luego incorporado por las plantas para realizar sus funciones metabólicas y estas, a su vez, exhalan O2 que se disuelve en el agua. Este O2 es aprovechado por los peces para respirar, y así sucesivamente. El CO2 en exceso, por su parte, también puede causar problemas para las especies. Los peces pueden ahogarse, el PH puede bajar mucho, y las plantas al acelerar en exceso su metabolismo depletarán los nutrientes con mucha rapidez y podrán presentar carencias nutricionales.
Es un tema debatido en el acuarismo la necesidad de los Sistemas de CO2 para acuarios. Muchos acuaristas estrictos, junto a grandes exponentes del acuarismo internacional -como Takashi Amano-, consideran el CO2 adicionado como una necesidad básica, y que un acuario plantado sin CO2 no durará mucho tiempo estable. Sin embargo, esto puede ser cierto para acuarios densamente plantados y con variedades altamente exigentes, pero en un acuario con pocas plantas (y que sean de bajas exigencias como vallisnerias, cerezos, helechos o musgos) y que no tenga un exceso de peces, el O2 y CO2 que emiten respectivamente les será suficiente.
Por ello, nosotros recomendamos observar caso a caso si el CO2 se hace necesario o no. Si tienes un acuario de pocas plantas, procura tener pocos peces. Si agregas más peces, procura agregar más plantas para aprovechar el aumento de CO2 que se producirá. Si no se logra el equilibrio gaseoso y/o las plantas no crecen como lo desea el acuarista, un Sistema de CO2 será de gran ayuda, y la diferencia es muy notoria. Son altamente recomendados, y te permitirán tener mayor cantidad de plantas y de peces, puesto que puedes controlar la balanza gaseosa. Además, las plantas aprovecharán mejor los nutrientes disponibles y serán más eficientes para filtrar los nitratos producidos por la materia orgánica en descomposición.
En todo caso, siempre considera que estos gases influyen uno en el otro. Por ejemplo, si tienes un sistema de CO2 instalado por ningún motivo debes tener una bomba de aire, puesto que el aumento de oxígeno provocará una caída en el CO2, y viceversa.
Hay muchos sistemas para incorporar CO2 al acuario, incluso sistemas caseros que funcionan con levadura y agua con azúcar. Siempre que se instalen adecuadamente, todos funcionan. Sin embargo, hay algunos más eficientes que otros a la hora de disolver el CO2 en el agua del acuario. Los sistemas más eficientes son aquellos que comprenden difusores externos (que se agregan a las mangueras de los filtros externos), o los difusores de campana (aunque no son muy estéticos). Un equilibrio entre estética y eficiencia serían los clásicos difusores de cerámica.
Las plantas acuáticas en un acuario ciclado y equilibrado, tendrán sus ciclos metabólicos al ritmo adecuado, y consumirán correctamente todos los nutrientes biodisponibles. Se mostrarán con colores intensos y crecerán a buen ritmo, al igual que los peces en entornos libres de estrés. Si el metabolismo de las plantas es muy acelerado, comenzarán a emitir oxígeno con profusión durante el día, y se verá en forma de pequeñas burbujitas. Si ocurre esto será bueno tener abonos líquidos a mano, pues las plantas se alimentarán con mucha rapidez.
Los fertilizantes o abonos para plantas acuáticas son aditivos que se usan para aportar nutrientes a la vegetación del acuario plantado. Se usan en caso de que los sustratos no tengan nutrientes suficientes o estos se hayan agotado, o en caso de que se requiera complementar con ciertos nutrientes específicos. No son estrictamente necesarios para plantas consideradas de «dificultad baja», pues estas podrán alimentarse de los nitratos disueltos en el agua (los cuales se forman a partir de la descomposición de las heces de los peces, proceso llamado «Ciclo del Nitrógeno«). Las demás plantas, en cambio, llegará un momento en que comenzarán a mostrar ciertas deficiencias o carencias de nutrientes. Para evitar una progresión de esta carencia, entran en acción los abonos o fertilizantes.
Los fertilizantes se suelen incorporar de manera líquida directamente al agua del acuario, y las dosis y frecuencia de aplicación dependerán del fabricante. Algunos tendrán indicaciones específicas (como los de Carbono líquido, que será mejor aplicarlos durante las mañanas), y existen también abonos o fertilizantes sólidos –en forma de tabletas o pellets que se entierran en la gravilla o sustrato, cerca de las terminaciones de las raíces de las plantas (no muy cerca del tallo)-.
En realidad, la gran mayoría son fertilizantes y no abonos, puesto que estos últimos son orgánicos, y nunca es aconsejable incorporar materia orgánica al acuario ya que se descompone y termina liberando amoníaco (NH) tóxico. De esta manera, los fertilizantes -sean sólidos o líquidos- se componen de diversos elementos. Los más comunes son el Nitrógeno (N), el Fósforo (P) y el Potasio (K). Luego vendría el Hierro (Fe) y el Carbono (C). Por último, microelementos menores como ciertos metales pesados, los cuales, si bien se hayan individualmente en menor cantidad comparativa, es muy importante que las plantes cuenten con la mayor cantidad de ellos en lo posible, con el fin de tener una nutrición mas equilibrada.
Al ser el NPK los macroelementos más importantes, la mayoría de los fertilizantes de amplio espectro los contienen en abundancia. El Carbono puede incoporarse con sistemas de CO2 o con Carbono Líquido (a veces llamado también «CO2 líquido»). Este líquido se incorpora directamente al agua del acuario, y es importante considerar uno de buen fabricante, ya que son potencialmente dañinos para las especies en dosis altas, y algunas plantas más delicadas podrán ser sensibles a algunos de sus componentes frecuentes – como el glutaraldehído-. También hay que considerar que las plantas consumen más Carbono durante el comienzo de su período fotosintético diurno, es decir durante las primeras horas de encendida la lámpara del acuario.
El último nutriente digno de mención debido a su uso habitual sería el Hierro (Fe), particularmente en su forma ferrosa (Fe2+). El cual debe utilizarse cuando los requisitos de hierro de las plantas acuáticas superen los que pueden aportar los fertilizantes de amplio espectro, o cuando las plantas muestren carencias de hierro (típicamente falta de coloración rojiza en plantas que debiesen ser rojas, o manchas negras en helechos).
A depender de los tipos de plantas y sus niveles de dificultad que se mantengan, en base a los distintos fertilizantes que se usen o no, y por último en virtud de ciertos parámetros del acuario (como el PH, temperatura, estado del ciclado y equilibrio gaseoso), podrá ocurrir que algunas plantas presenten carencias específicas. Esto no resulta habitual, y suele presentarse en acuarios con un consumo de nutrientes diario muy elevado (como acuarios plantados con alto nivel de CO2 o plantas muy exigentes), y para ello existen otros fertilizantes específicos. Estos suelen llamarse por el nombre del elemento químico que contienen en mayor abundancia. Para saber cuál es el que se debe aplicar, debe conocerse qué especies de plantas se tiene y cómo reaccionan frente a carencias nutritivas. De lo contrario, una tabla de carencias nutritivas resultará de gran utilidad. También existen accesorios como medidores de CO2 o Tests para elementos químicos y parámetros del agua, que nos ayudarán a manejar los niveles de los distintos elementos.
Para acuarios plantados los filtros no tienen mayores menciones especiales. Del tipo que sean -internos o externos-, todos cumplirán su rol. Esto siempre y cuando la capacidad del filtro sea la adecuada, y tenga suficiente material filtrante biológico para mantener el acuario correctamente ciclado. Algunos filtros de acuarios plantados suelen contar con sumideros de rebalse o skimmers de superficies:
Estos elementos capturarán todas las hojas o material orgánico que quede flotando en la superficie del acuario. En acuarios densamente plantados esto puede ser habitual, ya que muchas veces se soltarán pedacitos de plantas de las podas, hojas se desprenderán naturalmente, por la acción de peces o recambios naturales de follaje. Otros elementos de filtración útiles para acuarios plantados son los filtros con lámpara de esterilización UV. Esto debido a que son excelentes para matar esporas de algas, las cuales en exceso nunca son deseables en acuarios plantados.
El termocalefactor tampoco requiere mayores menciones, ya que todos servirán siempre y cuando sean de la capacidad adecuada. Aquí se aplica la regla de 1 watt por litro de agua del acuario. Es importante ajustarlo a la temperatura adecuada para las plantas que se van a mantener, ya que aguas demasiado cálidas (sobre los 26°C) pueden ser dañinas para algunas especies, mientras que otras no prosperarán en aguas demasiado frías.
Para comenzar el montaje del acuario plantado, se debe partir con lo que se denomina hardscape, y luego procederemos a añadir el sustrato. El hardscape constituye la columna vertebral de la decoración del acuario, como su nombre lo indica en inglés, son aquellas partes rígidas, inmóviles, que permanecerán en su lugar sin importar lo que ocurra a futuro con las plantas. El hardscape de un acuario plantado se constituirá por sus rocas más grandes, o troncos estructurales, a los cuales luego les instalaremos el sustrato encima. Así, el sustrato como todo fluido ocupará su lugar naturalmente alrededor de las rocas, adoptando relieves determinados por el hardscape, y luego constituyendo la topografía del paisaje acuático. Si se utiliza un sustrato nutritivo casero, este se deberá ubicar primero, y luego debe ser cubierto -o sellado- con gravilla o arena común.
Una vez armado el hardscape con el sustrato en el piso del acuario, podremos rellenar con un poco de agua con anticloro. Se puede poner un pocillo en el suelo del acuario y arrojar el agua sobre él, de manera que no se revuelva el sustrato. Podemos rellenar el acuario con 1/3 de su capacidad, y luego comenzar a plantar las plantas. Si se cuenta con abonos sólidos podemos enterrarlos en este momento cerca de las raíces de las plantas. Si vas a enterrar plantas con raíces muy largas, poda sus puntas primero (las terminaciones de las raíces más largas, de manera que queden 2/3 de su materia radicular original). Esto estimulará una rápida regeneración de las raíces en el sustrato nuevo. Una vez ubicadas las plantas y los adornos menores (como pequeños troncos o ramitas), podemos terminar de rellenar el acuario, hasta unos 3 – 4 cms del borde superior. Las plantas con estos elementos constituyen el softscape, la parte blanda, mutable del acuario, que se asienta sobre el hardscape y se adaptará a su estructura.
Finalmente, instalamos todo el resto del equipamiento, y ya tendremos un acuario plantado listo.
Para dejarte algunas ideas sobre decoración y paisajismo acuático, procederemos a continuación a revisar los distintos estilos o tendencias artícticas que se han venido desarrollando a lo largo de los años de evolución del hobby de los acuarios plantados. Estos estilos vienen denominados por su lugar de origen, y buscan, mediante distintas técnicas, crear ecosistemas que sean por un lado hermosos, y por otro lado eficientes a la hora de otorgarles un hogar próspero y saludable a las especies que los habitan. Por ello, se busca un equilibrio entre la función ornamental del acuario y la tenencia responsable de las mascotas acuáticas.
Uno de los más famosos debido a su larga trayectoria de aplicación y a su gran colorido y belleza natural. Se origina en Holanda a medidados del siglo XX. En ellos se buca tener una gran cantidad de plantas acuáticas y usualmente ningún pez. Las plantas, por ello, deben contar con CO2 y una iluminación muy potente. Se organizan por sus colores, formas y tamaños distintos y se les da una disposición semejante a lo que se haría en un jardín europeo clásico, pero bajo el agua de tu acuario. Se busca que todas las zonas del sustrato queden cubiertas de vegetación. El hardscape desaparece en privilegio del softscape abundante.
Se le llama así a la corriente fundada por Takashi Amano, gran acuarista y pensador japonés quien, durante los ’90 se hizo mundialmente reconocido por la impactante belleza de sus acuarios. En realidad, hoy existen numerosos sub-estilos japoneses, y en Oriente se dedican a hacer distintas competencias para distintos sub-estilos. Sin embargo, todos tienen en común la representación de paisajes acuáticos que imitan en su mayoría naturaleza terrestre (o sub-acuática en algunos casos), pero con toques artísticos e incluso a veces, surreales.
Encontramos así paisajes idealizados, muy «limpios» estéticamente gracias al minimalismo propio del Feng-shui. También vemos claras influencias del pensamiento Zen en la búsqueda de equilibrio entre todos los componentes del acuario. Equilibrio entre el hardscape y el softscape, equilibrio entre número de peces y número de plantas, troncos en relación a las plantas, espacio vacío frente a espacio ocupado, etc. La armonía es tan importante como la belleza estética.
El estilo americano no es una corriente de acuarismo formal, pero sí es digno de mención debido a su popularidad y masividad internacional. La globalización en el mercado de las plantas acuáticas (sobretodo a comienzos del siglo XXI) hizo que los acuaristas cada vez quisieran tener más especies diferentes en sus acuarios plantados. Así, el estilo americano nace como una hibridación entre el estilo japonés y el estilo holandés de acuarios plantados. Se pierde, por ende, la primordialidad del concepto de equilibrio o armonía. Entonces, tenemos acuarios plantados que representan paisajes terrestres o surreales, pero que cada vez van teniendo mayor número de plantas acuáticas, debido a que el acuarista busca constantemente novedades, y no queda conforme con la creación de un equilibrio «zen». Tampoco están presentes los elementos del Feng Shui (aire, agua, tierra y fuego; y su relación con los puntos cardinales).
En conclusión, su propósito no es necesariamente una mezcla de estilos, sino que nace meramente influenciado por la estética de acuarios japoneses y particularmente de Takashi Amano. En otras palabras, se origina a partir del paisajismo acuático japonés, pero lo despoja de la profundidad de su filosofía en beneficio de la tenencia recreativa de especies acuáticas (por ejemplo, en Occidente no se consideran muy «entretenidos» los acuarios sin peces). Sin embargo, otros consideran que este estilo rescata lo mejor de los dos mundos. En fin, siempre las artes son temas subjetivos.
Este estilo se hizo popular a finales del siglo XX en Europa y Estados Unidos, y más tarde en el resto de América. Este estilo busca un ser un híbrido entre un acuario y un terrario, lo que se conoce como Vivarium o Paludarium. Llamados coloquialmente paludarios, estos sólo serán considerados de estilo alemán si buscan evitar un ambiente natural, lo que implica la exclusión de adornos artificiales. Se usan entonces gravas, arenas on gravillas naturales, troncos y piedras naturales, y vegetación viva. Contienen plantas paludarias, las cuales suelen enraizar bajo el agua, y su follaje emerge sobre el agua y se proyecta hacia la luz. uede contener peces en su parte acuática o no, pues la gran mayoría aprovecha la hibridación de ambientes para mantener especies anfibias. Por ello, suelen contener cangrejos ermitaños o violinistas, reptiles, anfibios e incluso aves.
Los biotopos son estilos decorativos que no necesariamente se limitan a acuarios plantados. En ellos los protagonistas son los peces, no las plantas, y por ello las plantas se escogerán en función de los peces que habitarán el acuario. Esto porque se busca recrear los hábitats naturales de dichas especies, por ello la «estética para humanos» o el concepto de equilibrio oriental no tienen ninguna relevancia. Sólo importa otorgarle a los peces del acuario un ambiente lo más similar posible a su hábitat natural, en sentido estricto, de lo contrario no podremos hablar de un biotopo propiamente tal.
En definitiva, los biotopos asemejan lagos o ríos naturales, y en ellos se encuentran sólo especies de peces originarias, con vegetación y decoración propia del lecho acuático que busca imitarse. Sólo se admite, en consecuencia, decoración natural. Estos son dignos de mención debido a su masividada pesar de que muchos de ellos no son acuarios plantados estrictamente hablando (algunos no tienen ninguna planta). Podrán contener algunas plantas vivas, pero estas muchas veces estas tendrán un mayor objetivo funcional que estético-protagonista, pues ayudan a mantener estables los parámetros del agua. Los biotopos más comunes en el mundo del acuarismo son los que buscan imitar el río Amazonas, y los que buscan imitar el Lago Malawi, en Africa Oriental; como se verá respectivamente en las siguientes imágenes:
Finalizaremos este artículo con recomendaciones para la mantención de acuarios plantados. Hay una serie de consejos y utensilios que te serán útiles a la hora de planear la limpieza y saber qué tipo de cuidados debe tener el acuarista con su acuario plantado. Las diferencias con los acuarios comunitarios se hacen aún más notorias en acuarios plantados llamados de alto rendimiento. Estos son los acuarios plantados que cuentan con sistemas de CO2 y aplicación de fertilizantes incluso a diario con sistemas de goteo, o timers de dispensación automática de fertilizantes. En ellos las plantas crecen de manera exhuberante y con un ritmo bastante acelerado, pues su metabolismo funciona al máximo de su capacidad. Por lo tanto, el acuarista se verá enfrentado a otra clase de problemas.
A la hora de hablar de la mantención del acuario plantado, se aplican las reglas generales, con ciertas salvedades: